La administración de fármacos es la técnica de entrega del compuesto farmacéuticamente activo para lograr un impacto terapéutico en humanos o animales. La mayoría de las estrategias normales para el sistema de administración de medicamentos incorporan la vía oral (a través de la boca), tópica (piel), por inhalación, transparente (inyección en el flujo sistémico) y submucosa (nasal, bucal, sublingual, vaginal, ocular y rectal). La forma de administración de fármacos de liberación tradicional implica la dosificación, destinada a ofrecer una liberación inmediata (RI) del fármaco contenido en el sistema de administración tras su administración sistémica. En la nueva era, también se ha empleado la vía tópica para hacer llegar los fármacos a la circulación sistémica con mínimos efectos secundarios y toxicidad. Es probable que la vía oral administre no menos del 90% de todos los medicamentos utilizados para la administración sistémica. El mantenimiento de la dosis del fármaco en el organismo se consigue mediante la administración repetida de la forma farmacéutica. En los últimos 20 años, se han desarrollado nuevas metodologías para controlar y mejorar los parámetros relacionados con el tratamiento, como la tasa de administración, el periodo de tratamiento y el índice de entrega objetivo.