Según estimaciones de la FAO, mil veinte millones de personas padecen hambre en el mundo, doscientos sesenta y cinco millones de ellas en el África subsahariana. A este respecto, Jacques DIOUF afirma que: "la crisis silenciosa del hambre que afecta a una sexta parte de la humanidad representa una grave amenaza para la paz y la seguridad mundial". La situación actual de inseguridad alimentaria no puede dejarnos indiferentes; hay pocas dudas de que invertir en las explotaciones agrícolas es la red más sostenible para el desarrollo. Hasta ahora, la forma de mantener la autosuficiencia alimentaria ha sido mediante la importación masiva y costosa de productos de primera necesidad. Sin embargo, bastaría con que los gobiernos se interesaran más por el sector agroalimentario e invirtieran más en él prestando apoyo técnico y financiero a las empresas (pequeñas y grandes sin distinción). La agroindustria es sin duda la piedra angular para lograr un verdadero desarrollo.