Desde la peque a isla de Nevis en la que naci , Alexander Hamilton lleg a convertirse en miembro del personal de George Washington en el Ej rcito Continental, delegado en la Convenci n de Ratificaci n de la Constituci n, fundador del Banco de Nueva York, autor junto con James Madison y John Jay de El Federalista, l der del reci n creado Partido Federalista y primer Secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Todo ello antes de cumplir los cuarenta a os. Es probable que no exista un solo hombre, ni siquiera entre los Padres Fundadores, que haya dejado una huella tan profunda en la configuraci n de los actuales Estados Unidos como la de Hamilton. Aun as , su biograf a sigue siendo en cierta medida desconocida por el gran p blico.

El periodista y especialista en banca Charles A. Conant, descendiente de uno de los primeros colonos de Nueva Inglaterra, sintetiza con brillantez en esta obra los principales logros de la carrera p blica de Hamilton, as como sus decisivas batallas para lograr la ratificaci n un nime de la Constituci n y el fortalecimiento del futuro gobierno. Su libro ofrece una visi n panor mica y precisa de su figura.

Ron Chernow, autor de la una de las biograf as m s completas de Alexander Hamilton hasta la fecha, sostiene que rechazar su legado significa, en muchos sentidos, rechazar el mundo moderno. Es una afirmaci n muy justa. La claridad de ideas y la determinaci n de Hamilton fueron cruciales para combatir las importantes amenazas que afrontar an los Estados Unidos hasta llegar a convertirse en la potencia actual. El mundo que hoy conocemos tiene muchas de las caracter sticas que Hamilton supo acertadamente prever. En solitario y de forma en gran parte autodidacta, Hamilton ensay un sistema de gobierno que no ten a precedentes en la pr ctica y, a pesar de que sus intuiciones no fuesen siempre correctas, dispuso los mecanismos necesarios para resolver incluso sus propios errores. Su f rrea determinaci n y su aptitud como estadista fueron claves para el xito del proceso de uni n de las Trece Colonias bajo la misma Constituci n, as como para sentar las bases del sistema financiero de los futuros Estados Unidos de Am rica, elemento cuya importancia hoy nadie osar a discutir, pero que en aquella poca fue objeto de enconadas disputas.

La presente edici n incluye en los anexos tres discursos del propio Hamilton ante la Convenci n de Nueva York de 1788, en los que puede observarse de primera mano su estilo inteligente y razonado, capaz de desmontar uno por uno todos los prejuicios que en su poca amenazaban con truncar el nacimiento de la Uni n. Incluye tambi n im genes de los principales personajes mencionados en el libro.

La vida de Hamilton fue, en varios aspectos, una lucha constante por aquello que consideraba justo. Resulta ilustrativo de su car cter el hecho de que la perdiese precisamente en la nica batalla que no emprendi por voluntad propia, y que no deseaba ganar.