A pesar de los dolores físicos debidos a un trágico accidente y de su gran pobreza material, Anna Schäffer de Mindelstetten (1882-1925) llevó una vida de profundo amor a Dios y al prójimo. El secreto de su existencia terrena era la íntima unión con Cristo que, con la gracia divina, Anna Schäffer logró profundizar cada vez más precisamente a través de las circunstancias adversas de su vida. Su personalidad y sus vicisitudes se comprenden exclusivamente a la luz de su gran amor por Jesucristo en la comunión, en el sacramento de la santísima Eucaristía. Sacaba su fuerza también del amor por María, Madre de Dios, que expresaba en el rezo del rosario. Toda su existencia estaba marcada por esta gran verdad cristiana: Dios ama al hombre también en el sufrimiento.El volumen recorre la vida de Anna Schäffer con la ayuda de numerosas fuentes originales e imágenes y, asimismo, se propone ofrecer consuelo y apoyo a quien lo necesite.