El bioterrorismo es el uso deliberado de agentes biológicos para causar enfermedad o muerte a personas, animales y plantas. Puede provocar una elevada morbilidad y mortalidad. Históricamente, griegos, asirios, españoles, franceses, japoneses, alemanes, soviéticos y estadounidenses han utilizado armas biológicas contra sus enemigos. Los agentes biológicos suelen ser naturales, pero pueden mutar o alterarse en laboratorio para causar enfermedades y hacerlos resistentes a los medicamentos actuales. Tanto los estados como los individuos han desarrollado muchos medios para propagar el bioterrorismo, junto con virulencia, infectividad y características más letales. El Centro Americano para el Control y la Prevención de Enfermedades clasificó el bioterrorismo según el nivel de amenaza, que representa la Categoría A, la Categoría B y la Categoría C. Para responder a los agentes de amenazas biológicas humanas, animales y vegetales se necesitan varias instalaciones de laboratorio. Los laboratorios deben estar equipados con instrumentos adecuados y evaluados que también sean operativos en un laboratorio BSL-3 o BSL-4. Las actividades de investigación y desarrollo entre los primeros intervinientes, los institutos forenses y los funcionarios de salud pública son necesarias durante la pandemia en caso necesario.