Aztlan se prepara para las fiestas del Bicentenario. Pese a la alegria y jubilo general, existen personas que quieren aprovechar el trance para obtener partido. Uno de ellos es Conrado Samperio, subsecretario de la Cultura del actual gobierno, quien elaboro un plan para boicotear los festejos con el objetivo de hacer quedar en ridiculo al presidente Jose de Jesus Ramplon Rijosa. Para llevar a cabo el plan precisa de sus tres mejores amigos dispersos por todo el mundo: Silvestre Anaya, mercader de arte en Nueva York, Manuel Doroteo, un genio de las finanzas en Alemania y Gunther Heinze, especialista en cibernetica en Mumbai. Pero sucesos no previstos, en el plan original, llevan a la cuarteta a modificar el robo del Castillo del Grillon y terminan por suplantar la Campana de la Independencia.