En la sociedad colonial venezolana del siglo XVII, bajo el dominio del Imperio Espa ol, la prostituci n de la mujer era considerada un pecado en vez de un delito. Con motivo de los cambios suscitados por la Contrarreforma, y aplicando la concepci n impuesta por el Concilio de Trento (1545-1563), en cuanto a una visi n tica de la conducta sexual, la Corona espa ola tradujo esta moral en una normativa que se ocup en especial de la mujer como prostituta. Los principales promotores fueron Ignacio de Loyola y los Jesuitas, quienes en un comienzo crearon en Europa las Casas de Arrepentidas, para dar auxilio a las prostitutas que demostraran haberse arrepentido de ejercer su "torpe oficio", logrando con posterioridad que la Corona espa ola creara instituciones de beneficencia an logas, conocidas en la legislaci n como Casas de Recogimiento. Este libro trata sobre el proceso fundacional de la Casa de Recogimiento de Santiago de Le n de Caracas, por petici n expresa de Don Diego de Ba os y Sotomayor, durante su gesti n como Obispo de la Di cesis de Venezuela.