¿Sobrevivirá el Puerto Autónomo de Duala a la feroz competencia que se avecina a pesar de la lógica de complementariedad tan preconizada por los poderes públicos? Su competitividad y su impacto en la economía del Golfo de Guinea están en el centro de preocupaciones centradas en la contribución de los ingresos aduaneros al presupuesto del Estado, el abastecimiento de las empresas y los hogares, el desarrollo de exportaciones que estabilicen la balanza de pagos y la reducción de la pobreza, base de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estas preocupaciones fundamentales se ven amenazadas por el desvío del tráfico por los puertos competidores, los trámites abundantes y diversificados que lastran los procedimientos, la multitud de participantes, los tiempos de paso considerados demasiado largos en relación con las normas internacionales y la congestión del puerto en el origen de costes adicionales. Las vías de salvación son la construcción de infraestructuras portuarias, la simplificación, anticipación y desmaterialización de los trámites, el desarrollo de la red de carreteras y la construcción de una línea de piggyback entre Edéa y Douala.