María Escala nace con dos heridas en el alma: un padre muy macho que considera a todas las mujeres de la familia unas "viejas pendejas" y una madre abnegada que nunca aprendió a defenderse y tener una vida propia. Aunado a ésto las experiencias emocionales y físicamente truculentas de su juventud tendrían que haberla rendido impotente pero no fue así. María Escala descubre la música, el cello, y por medio de ésta se alza y vuela buscando su propia vida. Guadalupe Olalde esculpe con gran maestría una historia de odio, amor y dolor, de triunfo y fracaso. Una historia terrible y gloriosamente humana que captura el alma del lector.