El hombre de hoy está marcado por la complejidad de conciliar razón y fe, viviendo rodeado de nuevos conocimientos y técnicas. A cada momento es golpeado con una gran cantidad de información -lo que no significa formación- y novedades, que no le dejan tiempo para reflexionar y profundizar en sus experiencias religiosas, por lo que vive perplejo ante tantos sistemas que le rodean, que si por un lado le permiten la comodidad y la ilusión de una diosa razón, por otro, no le estimulan a reflexionar sobre su naturaleza, su fin, su fe, Dios y todos los aspectos que le componen. Creo firmemente que la comprensión filosófica de Pascal ayuda al ser humano del siglo XXI a comprender mejor esta relación tan necesaria que debe existir entre la razón y la fe, mostrando que ambas no son enemigas, sino que pueden caminar juntas, ayudándonos en el desarrollo de nuestra vida humana. ¡Les deseo a todos una buena lectura!