El Brasil de la samba, el sertanejo y el frevo es también el Brasil del funk. Aunque no es un ritmo creado aquí, ha sufrido intensas transformaciones rítmicas e instrumentales. Ganó espacio en la radio y luego en los demás medios de comunicación, inicialmente en Río de Janeiro, principalmente con el trabajo de DJ Marlboro, un exponente musical. El ritmo bailable influyó en la sociedad carioca, promoviendo una alteración en sus costumbres, formas de convivencia y, de manera incisiva, en su manera de exponerse al mundo. Y, un modelo que se enfrentaba frontalmente -a veces con cierta exageración- a la familia y al lenguaje más formal expresado en Brasil, traería, por supuesto, repercusiones de los medios de comunicación. Algunas revistas, como Veja, de la Editora Abril, objeto de análisis en esta tesis de maestría, tratan el tema con regularidad, abordando a sus protagonistas y el modo de vida de quienes se insertan dentro de la cultura. Pueden criticar, exponer, dudar. Sin embargo, el funk se ha consolidado en la cultura popular brasileña y, con el tiempo, sufrirá transformaciones para dejar de ser un segregador de clases y unir a la sociedad en la emoción.