El dominio colonial orquestado por los colonialistas británicos en Nigeria dejó legados que tuvieron más consecuencias negativas en la nación que evolucionó a partir de lo que se denominó el "matrimonio impío" (Amalgamación de enero de 1914). Las políticas coloniales que sirvieron a los intentos y propósitos de los señores británicos plagaron la nación emergente con varias experiencias desagradables y conflictos étnicos de diferente magnitud. Los legados han calado en todas las facetas de la sociedad, dificultando la integración y la unidad. Sin embargo, no debemos culpar de todo a los británicos que abandonaron Nigeria en 1960, ya que los gobiernos posteriores, con nigerianos al timón, no hicieron gran cosa para corregir todos los errores.