La pandemia del coronavirus COVID-19 ha paralizado por completo toda la economía mundial, con importantes pérdidas de puestos de trabajo en todos los sectores, lo que ha provocado un aumento de la desigualdad y la pobreza. Los miembros más vulnerables de la sociedad, incluidos los niños, las mujeres, las personas con discapacidad y los ancianos, están sufriendo durante el aislamiento (Mutavati et al., 2020).Existe un amplio corpus de literatura global que relaciona la seguridad económica con diversos tipos de violencia contra las mujeres y los niños, y a nivel doméstico e individual esto se ha relacionado con estrategias de afrontamiento deficientes (Peterman,2020). Las investigaciones sobre la relación entre crisis, catástrofes y violencia doméstica contra las mujeres son limitadas, pero según Jenkins y Phillips (2008) la violencia doméstica aumenta durante las catástrofes. Fraser, 2020; Palermo y Peterman, 2011) en Peterman (2020), que los disturbios y las crisis se han relacionado con la incidencia de la violencia contra las mujeres y los niños, y las pandemias no son una excepción.