Conflicto abierto entre Barcelona y Madrid, triunfo de los nacionalistas corsos, dinamismo del nacionalismo escocés... Los partidos llamados regionalistas están definitivamente en racha en todo el viejo continente. Esto es a la vez consecuencia y causa de una crisis general de territorialidad que podría anunciar la superación del Estado-nación en la Europa que lo vio nacer. Esta superación desde abajo converge con la superación desde arriba: la integración europea. Esta integración, generadora de solidaridad por excelencia, ¿lleva a estas partes a trabajar juntas, a aliarse contra su enemigo común para dar forma a una Europa en la que sus naciones sin Estado tendrían su lugar? Este trabajo de investigación pretende responder a esta pregunta.