El tríptico Poder-Mujer-Mito otorga a la mujer el lugar que le corresponde en el ejercicio del poder a través de la imaginación de Ahmadou Kourouma. Éste se hace visible a través del Mito, el lugar donde se realiza lo imposible y lo probable. El libro expone sin duda la figura femenina del poder, pero nunca deja de integrar a su homólogo masculino. Esta representación dialéctica del poder es para la autora una forma de significar que el poder no encuentra su legitimidad en el género. El poder es, por tanto, un hecho asexuado. Konandri Virginie descompartimenta los géneros para unificarlos en la figura mitológica del hermafrodita, un ser con la doble valencia de lo masculino y lo femenino. Su libro demuestra que el ejercicio del poder por parte de las mujeres plantea en realidad la cuestión del héroe en las novelas de Kourouma. La autora lleva a cabo una perspicaz reflexión sobre la realidad, el engaño y la materialidad del Poder en el pensamiento de Kourouma.