La gestión de procesos de negocio (BPM) pretende mejorar el orden, la comprensión y la eficacia de los flujos de trabajo colectivos que componen cualquier proceso de negocio. Por otra parte, el BPM pretende reducir el caos en los flujos de trabajo colectivos que componen un proceso y eliminar la gestión de flujos de trabajo ad hoc. El objetivo de las organizaciones que se dedican a la BPM es tomar el control de sus innumerables procesos y esforzarse constantemente por optimizarlos para crear una organización más eficiente y capaz de ofrecer sus productos y/o servicios finales. Por lo tanto, el BPM está destinado a apoyar a los líderes de la organización en su intento de lograr no sólo la eficiencia operativa, sino en su trabajo para lograr sus objetivos generales para la organización en su conjunto.