La modelización es una poderosa herramienta para reproducir ecosistemas complejos en los que intervienen numerosas interacciones entre los componentes del sistema. En el ámbito de la hidráulica agraria, los datos sobre precipitaciones y escorrentía constituyen la materia prima en la que se basan los cálculos de las distintas obras hidrotécnicas. La escasez de datos y su calidad hacen de la modelización un medio indispensable para completar la información histórica y reproducir lo más fielmente posible las series observadas, aportando al mismo tiempo nueva información sobre su comportamiento a largo plazo.