La lesión cerebral traumática (LCT) es un trastorno que destruye las funciones cerebrales y provoca graves alteraciones cognitivas y emocionales. Es una causa común de mortalidad y morbilidad de seres humanos en todo el mundo. Investigaciones recientes indican que las células madre mesenquimales (CMM) trasplantadas pueden migrar y acomodarse en las zonas cerebrales lesionadas para contribuir a la curación del tejido cerebral dañado. Los mecanismos subyacentes a la acción de las CMM son las propiedades antiapoptóticas y antiinflamatorias de estas células, además de su capacidad para liberar factores neurotróficos y angiogénicos. Por otra parte, la escasa eficacia de los fármacos administrados mediante traumatismos craneoencefálicos ha ampliado las posibilidades de los enfoques basados en nanopartículas (NP) para mejorar la biodisponibilidad y la administración de fármacos en lugares específicos. Las estrategias terapéuticas a través del sistema de administración de nanopartículas resultan prometedoras por su efecto neuroprotector, la reducción de la alteración de la unidad neurovascular y la prevención de la expansión de las alteraciones bioquímicas al cerebro sano adyacente.