"M. nos dice que hay un respeto grandísimo en Palestina y otros países por los "internacionales" como nosotros, que, como dice M., "dejáis las comodidades de vuestras casas, vuestros estudios, vuestros trabajos, vuestras familias, para venir aquí a sufrir con nosotros, los palestinos"."Abu A. prosigue con lo importante que es nuestra misión aquí en Palestina y de vuelta en casa, contando lo que hemos visto aquí."Este libro es parte de ese contarlo. "Un testimonio conmovedor e impactante sobre experiencias en Palestina, de una observadora de derechos humanos, como alguien que ha ido en solidaridad para dar testimonio y ayudar y proteger físicamente a la gente palestina. El tono y ritmo del libro son impresionantes.""Sencillo y claro, sin atascarse en hechos ni tecnicidades. En lugar de eso, lo que sale a relucir muy claramente es lo horroroso de las vidas cotidianas de los palestinos. Leer sobre sus actividades normales ayuda a entender la represión y la humillación de que son objeto. La autora no sólo no hace de "estrella", sino que también consigue describir exactamente lo que hizo pero de una manera que pone aún más en evidencia las situaciones de los palestinos. Definitivamente más que simplemente un testimonio.""Enteramente conmovedor, y con cierta clase de tensión creciente. Para cuando el lector llega a Bi'lin y luego a Hebrón, es imposible no estar emocionado.""Realmente interesesante. La narrativa simple y en presente ayuda a meterse por completo e imaginar la realidad de la situación allí y cómo se sentía la autora."