La depresi n es una verdadera carga, y es un verdadero problema. La cuarta parte de las personas en el mundo padecen de depresi n, enfermedad caracterizada por tristeza profunda y perdida de inter s por la vida. Se considera un serio problema de salud en muchas partes del mundo, y se la conoce como la enfermedad del siglo XXI. La depresi n no hace distinci n entre hombres y mujeres, entre ni os y ancianos, entre ricos y pobres. La depresi n afecta a todos por igual. Y aunque las mujeres son m s susceptibles a padecer de depresi n que los hombres, estos atentan m s contra su vida que las mujeres con depresi n. No hay nada peor para alguien que tenga depresi n que no saberlo, o saberlo y tratar de negarlo o no entenderlo. No hay nada peor para una persona con depresi n que se pregunte: " Por qu me siento as ? Por qu me pasa lo que me est pasando?," porque d a a d a est peor, y no hay soluci n. Y uno se hace esas preguntas y no hay respuestas. Eso es lo peor de la depresi n. La vida est compuesta por eventos alegres y tristes, pero cuando los momentos dif ciles sobrepasan la capacidad de respuesta, entonces aparece la depresi n. Las distintas reas de la vida se ven afectadas: la relaci n de pareja, de paternidad, trabajo, incluso pasatiempos. Seg n informes del Instituto de Biom dicas de la UNAM, la depresi n puede ser superada en algunos casos de manera espont nea y algunos m s con terapias. Pero Qu papel juega Dios en poder superar la tristeza de aquellos momentos dif ciles de la vida? Ser que Dios puede ayudarnos a superar la depresi n? Ser que Dios se interesa realmente por nosotros? O ser que la depresi n es la causa de la falta de fe como dicen muchos l deres religiosos? Eso es lo que vamos a analizar en este estudio.