El médico no es un ciudadano aparte y, como cualquier ciudadano, puede, en el ejercicio o con ocasión de su profesión, incurrir en responsabilidad penal si se le imputa una falta constitutiva de delito, es decir, un hecho que infrinja la ley penal. Sin embargo, a pesar de la apariencia y el consenso sobre esta causa. Hay que señalar que en la RDC, la aplicación de la responsabilidad penal es ambigua por varias razones, en particular jurídicas (dificultades para establecer la prueba, inercia de la jurisprudencia congoleña en materia de responsabilidad penal médica), culturales (predominio de la noción de fatalidad, pervivencia de mentalidades místico-religiosas) y socioeconómicas.Para desalentar este riesgo preocupante, la legislación penal médica congoleña debería prever, expressis verbis, el modo de prueba por presunción de hecho, que se situaría así a la vanguardia de esta lucha idealista, ya sea aligerando la carga de las víctimas.