La importancia de la acumulación de capital humano tanto para el desarrollo social como a nivel individual ha sido reconocida tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Los teóricos del capital humano han enumerado una serie de beneficios indirectos, invisibles y no cuantificables. La educación mejora el conocimiento y las habilidades individuales para una mayor productividad, un mejor proceso de producción es el resultado de la calidad de la educación administrada en los niveles primario, secundario y universitario y del gasto gubernamental en el sistema educativo. En consecuencia, la asignación de recursos a la educación por parte del gobierno es uno de los factores más importantes: el nivel específico de primaria X4, el nivel específico de secundaria X1 y el gasto público en educación afectan al crecimiento económico. Se ha determinado que la matriculación en la enseñanza secundaria y el gasto público en educación son los factores que más influyen en la productividad, lo que se traduce en una elevada tasa de crecimiento económico. Cuando se dispone de información, los planificadores pueden reflexionar sobre las posibilidades de una mayor distribución financiera destinada a la creación de capital humano, que se traduce en mano de obra cualificada que impulsa la actividad económica y la eficiencia en la producción, abriendo oportunidades para el espíritu empresarial.