Se supone que la vida es una gran maestra, pero en el ámbito del desarrollo nunca se han aprendido las lecciones, porque los errores de hace décadas siguen siendo afianzados hoy, por personas más ilustradas. El resultado es que el desarrollo rural sigue estando rezagado por la falta de adecuación entre la política y la práctica real. Este libro investiga por qué la comunidad de Nyangavi, en el distrito de Guruve (Zimbabue), se movilizó contra el "desarrollo" de un regadío de 250 millones de dólares que pretendía mejorar su nivel de vida. El libro examina la influencia de la descentralización, e identifica y describe las razones por las que la comunidad de Nyangavi se resistió al desarrollo y cómo lo hizo. El problema se centra en los funcionarios que eluden la política que fomenta la participación activa de la comunidad en el desarrollo rural. Los funcionarios ven las comunidades rurales y su pobreza en lugar de escuchar lo que la gente quiere. Los planificadores del desarrollo no reconocen que la vida rural es un estado de ánimo que condiciona a la gente a un modo de supervivencia. De ahí que el desarrollo se siga percibiendo como la "modernización" de la sociedad "tradicional". Este libro debería ayudar a todos los implicados en el desarrollo rural y a los responsables de las políticas y de su aplicación.