Todo en esa ciudad est en contra de lo creador y, aunque se afirme lo contrario cada vez m s y con vehemencia cada vez mayor, la hipocres a es su fundamento, y su mayor pasi n la falta de esp ritu, y dondequiera que la fantas a se atreva a mostrarse siquiera en ella, es extirpada. La frase de Thomas Bernhard puede discut rsele a Salzburgo: La Habana la hace verdadera. M s en el caso de la actriz Ingrid Gonz lez (1942). Podr a agreg rsele tambi n escritora, pero con el naufragio de sus proyectados libros (uno de poes a y otro de cuentos), es uno de esos autores cubanos que no existen. Alumna de los c lebres directores Andr s Castro, Adolfo de Luis y Vicente Revuelta. Protagonista de la m tica puesta de La noche de los asesinos de Jos Triana. Pol mica tras sus relaciones con intelectuales como Rine Leal, Joaqu n Ordoqui (hijo) y Reinaldo Arenas. Esta es esa historia que no tendr que inventarse la actriz que no haya conocido a Ingrid Gonz lez y que alg n d a interpretar su personaje.