El Pueblo de Dios, que camina en Chile El pueblo de Dios, que camina en Chile, se qued dormido, con una ilusi n, de que sus pastores, morir an por l, cual bravos profetas, en su fiel misi n. De un pa s de hermanos, de la solidaridad, de seres cercanos, de fraternidad, en muy pocos a os, se pas a la libertad, de elevar las manos, en santa piedad. De las comunidades, a las jerarqu as, del poder servir, al poder del poder, de jornadas y festivales, a las largas letan as, de la "lucha por vivir", a la "dicha del tener". De pastores respetados, a esos jerarcas funados, de valientes venerados, a personajes odiados, de laicos empoderados, a fieles desconectados, de cristianos insertados, a seres atomizados. El pueblo de Dios, que camina en Chile, se qued en el antes, y no asume el hoy, vivi de sus glorias, se alej y deprime, pec de soberbia, volver a lo humilde. Con laicos alegres, feliz bautizados, se gesta el presente, y un tiempo mejor, con fieles valientes, con ganas y osados, con Cristo en la frente, les dar el valor.