Diario de un Inmigrante trata con un género literario que no se utiliza con frecuencia a favor de una construcción teológica: la autobiografía. Dicho género plantea preguntas teológicas en forma diferente a la teología sistemática o constructiva. Las preguntas inquietantes que surgen de una profunda autobiografía sobre la fe, no provienen del pulso de los constituidos teólogos, sino de la vida de personas comunes. Es llegar al cruce de nuestra historia a favor de hilvanar asuntos de identidad, autenticidad, relevancia y llamado a través de la experiencia vivida en relación con Dios. A través del Diario, se observa que la mera experiencia y peregrinación no determinan la verdad sobre Dios o su guía para el inmigrante. En el evangelio, siendo el marco objetivo, se encuentra la guía absoluta y por encima de toda narrativa personal. Es lo que le da sentido a una vida que enfrenta las cimas más altas y los valles más bajos de la prueba migratoria. Es un desafío para repensar "la teología del montón" y marcar un nuevo rumbo hacia una teología autóctona bicultural Hispana, contextualizada y aplicable para "extranjeros y peregrinos".