La administración de Justicia es una manifestación de poder. Poder que dado el carácter instrumental del Derecho, está en manos humanas y por tanto imperfectas. Las normas jurídicas son creadas, ejercitadas, manipuladas, modificadas e interpretadas por hombres. Hombres que tienen las más diversas ideologías, concepciones políticas, éticas, jurídicas, psicológicas; en fin todo tipo de creencias, las que están determinadas por la subjetividad cultural del individuo, de ahí que no deba dejarse a la espontaneidad, la formación del pensamiento iusfilosófico del profesional del Derecho, habida cuenta que en la simiente de una decisión jurídica existe una posición iusfilosófica.