Las enfermedades cardiovasculares son la causa de más de 1,9 millones de muertes al año en Europa, y se ha demostrado que el ejercicio reduce la mortalidad cardiaca. El entrenamiento de alta intensidad mejora la función cardiovascular y es seguro y eficaz en pacientes cardiacos. Así, el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ha demostrado ofrecer diversas adaptaciones cardiovasculares, de gran importancia para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por un evento cardiaco. También ha demostrado ser un modelo de intervención muy seguro y eficaz, con una excelente adherencia por parte de los individuos debido a la corta duración de las sesiones.