El trabajo respectivo presenta, a partir de los principios de pluralidad de formas de familia y del principio de afectividad enumerados en la Constitución Federal de 1988, un nuevo tipo de familia: la familia multiespecie. Es la que agrega tanto a los miembros humanos como a sus animales domésticos, que a veces desempeñan el papel de hijos. El ordenamiento jurídico brasileño clasifica a los animales como bienes y tal definición coloca a los animales domésticos como cosas a compartir en caso de disolución matrimonial. Así, los convierte, a veces, en objeto de la ley, en casos de litigio entre sus dueños. Hoy en día, existen innumerables cuestiones relativas a la custodia de los animales de compañía, similares a la disputa por la custodia de un hijo humano. Existe la conciencia de que los animales son seres sensibles y, por tanto, hay que tener en cuenta su bienestar. ¿Y cómo basan los jueces sus decisiones; bajo qué perspectiva de tutela jurisdiccional se clasifica al animal como sujeto de derecho; se considera su bienestar o un bien a repartir, cuando la pareja en litigio? Se analizaron casos concretos y se concluye que hay mucha divergencia en cuanto a la línea de pensamiento de los magistrados.