La mayoria de las personas consideran que el arte es algo ajeno, que esta al margen de los acontecimientos, que no forma parte de la vida cotidiana. Sin embargo, lo cierto es todo lo contrario; el arte, incluyendo el arte abstracto, como vamos a ver, ha estado siempre en el centro de la vida y de las luchas sociales y politicas, y desempena actualmente un papel de primera importancia en las aspiraciones a un mundo mejor, de justicia social. El arte en general y las artes visuales en particular, han acompanado siempre al hombre, tal vez desde la epoca de su habitat cavernario hasta la actualidad digitalizada, y lo ha utilizado en todos los movimientos de resistencia a la opresion. El artista ha sido, en todas las epocas, un rebelde por naturaleza, porque es un creador, un innovador, un buscador de ideas nuevas, de verdades y bellezas ocultas y, por tanto, repudia todo aquello que coarta su libertad de creacion, de expresion. Advierto que no me estoy refiriendo solamente al arte que tiene cabida en exhibiciones, en galerias y en museos. Alli se encuentran, por supuesto, obras de contenido politico o social, pero raras veces acogen obras del arte comprometido, activista; estas son excluidas sistematicamente del mundo oficial del arte no porque carezcan de calidad sino porque el establishment las considera peligrosas. De esta interaccion entre politica y arte veremos algunos ejemplos en los campos del grabado, la pintura y la escultura, a traves de diversas epocas de la historia de los Estados Unidos, comenzando desde los albores de su independencia.