Las novelas que se estudian en este trabajo muestran, en mi opinión, la percepción y las respuestas de Armah a la historia política contemporánea. El universo literario de Armah, desde Las bellas aún no han nacido (1968), pasando por Fragmentos hasta La elocuencia de los escribas, pone de relieve los problemas de África, una preocupación constante del escritor. La complejidad y la enormidad de los problemas de África no deben impedirnos anticipar las posibilidades de desarrollo y de verdadera liberación de África en el futuro. En este sentido, la antigua civilización egipcia (la más antigua del mundo), su historia, su política y su cultura ofrecen sistemas epistémicos en los que inspirarse. El origen de los problemas de África es la dislocación de las formaciones sociales autóctonas por parte del imperialismo euroárabe. Para abordar la cuestión, los esfuerzos deben comenzar con un compromiso constructivo con el pasado y la creación de una formación social que promueva la colectividad, la democracia, el buen gobierno y un sistema educativo centrado en África para una verdadera liberación o cambio social. Definitivamente, no habrá un cambio social notable si nos metemos sin descanso en zapatos ajenos apretados e inapropiados.