La mitocondria es una proteobacteria y podría haber evolucionado a partir de una bacteria magnetotáctica. Tiene su propio ADN bacteriano y puede sufrir fisión y fusión y formar una colonia fuera de la célula. El cerebro tiene una red mitocondrial extracelular que es perceptiva y magnetotáctica y controla la función cerebral. Las agrupaciones mitocondriales se observan en las terminaciones nerviosas y son importantes en la liberación de neurotransmisores de la neurona presináptica. La red mitocondrial libre del cerebro actúa como una colonia bacteriana y controla la función cerebral y la neurotransmisión. Los centros de hierro y azufre y las flavoproteínas de las mitocondrias son capaces de magnetopercepción y hacen que las mitocondrias sean magnetotóxicas. En el cerebro también habita una colonia libre de arqueas endosimbióticas. La arquea es capaz de magnetopercepción y magnetotaxis. Esta colonia mitocondrial y arqueal magnetotáctica y magnetoperceptiva está regulada por el campo geomagnético terrestre y los campos magnéticos intergalácticos.