La República Democrática del Congo, un país con recursos diversos, atraviesa desde hace varias décadas una crisis sin salida concreta. Al contrario, la crisis sigue siendo noticia dentro y fuera del país. Al mismo tiempo, el país experimenta una afluencia de programas orientados al cambio, sin que la vida cotidiana de la población pueda demostrarlo. Ante una situación tan antinómica entre las distintas políticas la persistencia de la crisis, muchas voces se alzan incansablemente para denunciar la miseria del pueblo congoleño. Lejos de nosotros hacer una descripción exhaustiva de esta crisis multifacética y sistémica a la que se enfrenta el país. Sin embargo, debemos señalar que los repetidos fracasos de todos los intentos de reconstruir la nación deberían hacer reflexionar a la élite congoleña.