La versatilidad de la naturaleza del envejecimiento dicta la necesidad de centrarse no sólo en los aspectos genéticos y epigenéticos del estudio del problema, sino también de tener en cuenta el estado de un individuo concreto, sus componentes sociales y demográficos, que determinan el ritmo y la progresión de este proceso. La monografía presenta sus propios resultados de la investigación sociodemográfica, que demuestra el cambio de conocimientos e ideas sobre el proceso de envejecimiento y las actitudes hacia él. Cabe destacar que los encuestados en el rango de edad de 18 a 49 años perciben conscientemente el envejecimiento como un proceso fisiopatológico que puede retrasarse gracias a la modificación del estilo de vida, lo que abre nuevas perspectivas en la búsqueda de agentes profilácticos individuales en la medicina moderna, que no sólo deberían mejorar la salud, sino también reducir la morbilidad y la mortalidad de las enfermedades relacionadas con la edad en general.