"El exilio de los sueños" es una obra de profecía. Envuelto en su "aura tormentosa", el "caminante de la vida" deambula por los caminos del exilio con, en el fondo de su memoria, el recuerdo desgarrador de una "patria moribunda". Gracias a unas imágenes expresivas y vivas, KAMANDA se define dentro del paisaje que le rodea. Ha tomado conciencia de su misión. Sabe que debe "preparar un nuevo lecho para nuevas ideas". Se trata de "conducir a los ciegos inocentes de nuestro mundo/hacia la única luz inmutable del corazón". Esta es la palabra de un humanista, un artista para el que el arte no es un fin en sí mismo, sino un camino hacia los demás, así como una herramienta para transformar el mundo. Poeta-filósofo, Kamanda no olvida nunca, en su lucidez, la realidad de las fuerzas de la angustia y del absurdo que no cesan de actuar en profundidad en el mundo como una levadura de desgracia en el corazón de un pan envenenado. "Nadie es inocente en la conciencia del mundo", señala con dolor. Y en otro lugar: "mi fe de hombre es el drama de lo vivo en el vacío". ¿No existe una especie de complot de los dioses contra la criatura? Mark Alyn.