En las difíciles condiciones actuales, las zonas francas económicas siguen siendo un instrumento eficaz para acelerar el desarrollo de las regiones bielorrusas y abordar eficazmente los problemas urgentes de la economía bielorrusa. Esta es la tarea a la que se enfrentan ahora todos los FEZ, no dejar que se deteriore su rendimiento. Al fin y al cabo, es en las zonas preferenciales donde el potencial de inversión, innovación, producción y exportación del país adquiere una expresión concentrada en forma de prometedores proyectos empresariales que, a su vez, contribuyen al desarrollo sostenible y dinámico del Estado bielorruso. Los residentes de las ZEE representan hasta el 80% de las inversiones, hasta el 54% de las exportaciones de bienes y hasta el 37% de la producción industrial de las regiones bielorrusas. Además, en 2022 se registraron 22 nuevos residentes con proyectos de transformación de la madera, industria química, logística, agricultura y transformación de metales. La afluencia de residentes se ve facilitada por los continuos esfuerzos de las administraciones de los FEZ por encontrar nuevos inversores. En este estudio se analiza cómo las zonas económicas francas de Bielorrusia abordan eficazmente los problemas clave de la economía nacional.