El entorno económico actual en el que se desenvuelven las empresas exige capacidades de adaptación y rendimiento cada vez más nuevas, cada vez más difíciles de alcanzar. En este contexto, las organizaciones confían en los resultados que agregan valor. Para lograrlo, las empresas cuentan con todos sus recursos, pero más aún con el recurso humano que, según su gestión, se está convirtiendo en un factor esencial de desempeño. Esta acentuación de la atención prestada a la función de recursos humanos (RRHH) constituye una inversión real que debe ser rentable y debe evaluarse el retorno de la inversión.Varias herramientas, además del control de gestión, se pueden utilizar para medir el valor creado. El balance social, que es uno, es a la HRF lo que el balance financiero es a la función contable. El balance social aparece como una herramienta complementaria adecuada para una buena navegación desde el punto de vista de la estrategia de gestión de RRHH en particular, pero también de la gestión global de los recursos humanos de la empresa.