El atractivo es un elemento importante para el desarrollo de una región, porque contribuye a situarla en primera línea de la escena competitiva y la asemeja a un producto que hay que vender para que se desarrolle. De hecho, se considera un imperativo para todos los países. Esto se ve facilitado, en particular, por la adopción de una estrategia de marketing territorial que permita a la región poner de relieve sus bazas y promueva el desarrollo mediante acciones de marketing territorial. Por lo tanto, creemos que existe una relación entre la práctica del marketing territorial y el desarrollo regional. A lo largo de este trabajo, intentaremos demostrar esta relación centrándonos en la contribución del sector turístico.