Este libro narrar los relatos de las vivencias de un jabalí que con poco más de un mes fue atrapado por un indeseable lazo por la mano a la altura de su doblé. Intento por todos sus medios posibles a pesar de su insoportable dolor liberarse. La madre que mordía insistentemente los alambres encerados se sentía impotente por no poder liberarlo y a muy pesar suya decidió asustadas por los desgarradores gritos de dolor que emitía su hijo atrapado que la podían delatar y poner en peligro la vida de sus hermanos, tristemente impotente lo miraba con tristeza. Lamentablemente pensado en sus hermanos que corrían peligro por estos gruñidos alaridos en el silencio de la noche abandonó. El rayón atrapado viendo cómo se alejaban sacó fuerzas de donde no las tenía y de un tirón con mucha bravura al sentirse abandonado se liberó dejando en el lazo su pezuña y parte de la mano. La madre que ya se alejaba se quedó asombrada mirándolo al verlo como se liberó y caminaba hacia ellos sangrando por la mano con dificultad. Al verlo se paró... esperó su aproximación. El rayón aguantó en silencio su profundo dolor por temor ser abandonado, consciente que no podría seguir la ruta. Rápidamente la madre empezó lamiéndolo la herida y decidió en estas penosas y lamentables circunstancias no abandonarlo. Se encamó con los rayones en un zarzal próximo posiblemente pensando en la evolución de la herida de su hijo en los próximos días. Que sorprendente-mente o quizás milagrosamente evolucionó favorablemente en el trascurso del tiempo, adquiriendo este jabalí unos grandes conocimientos a la raíz de su lamentable accidente con el lanzo. Estuvo con su madre y hermanas hasta que se hizo adulto, ya una noche a muy pesar decidió abandonar la piara, pues su instinto animal lo empujaba e incitaba para estar solo convirtiéndose ya en... jabalí solitario.