En la medida en que exista alg n grado de desigualdad entre los derechos de los habitantes de Puerto Rico y los de la metr poli de turno (ll mese Espa a o Estados Unidos), el colonialismo se percibir como existente. Pero debe negarse la simplista noci n de que Puerto Rico es la colonia m s antigua del mundo, o tan siquiera de que sea un pueblo cuya situaci n social o pol tica sea digna de l stima. En Puerto Rico, como en otros pa ses, se ha construido una historia de postraciones y opresiones a base de la colonialidad, y sin embargo los puertorrique os est n en una mejor situaci n que las de cientos o quiz s miles de pueblos, etnias y territorios en el mundo, como el Kurdist n, Palestina y Chiapas, adem s de muchos pueblos "no nacionales," como los tamiles, los karen y los bhojpuri. Lo que nos interesa destacar es que existe un evidente distanciamiento entre el discurso de muchos intelectuales, que proyectan a los puertorrique os como un pueblo sufrido, oprimido, castigado, pisoteado, masacrado, reprimido y todas esas cosas y las percepciones que se generan en la calle, que con demasiada frecuencia contradicen los estereotipos creados desde el saber-poder.