Antoni T pies ten a el convencimiento de que un artista no se debe solo a su producci n pl stica, sino que hab a de estar implicado con toda su personalidad. Por ello, sin acomodarse al simple y evidente reconocimiento por parte de la cr tica y el mercado, pretendi , con car cter eminentemente did ctico, expresar por escrito su visi n del arte, que no es ni m s ni menos, seg n nuestra tesis, que una visi n po tica del mundo. Por ello, lo esencial, para nuestro autor, no es la obra pl stica en s misma, sino su instrumentalizaci n como trampol n que indique el camino para un cambio sustancial de nuestro modo de ver el mundo, porque, en definitiva, lo importante es "el arte de vivir". Para ello, seg n T pies, es imprescindible que Occidente recepcione el pensamiento, y sobre todo la praxis, de Oriente.