El Quijote y la Biblia: IV centenario de la muerte de Cervantes
Autor Juan Antonio Monroyes Limba Spaniolă Paperback – 26 iun 2017
El Quijote ha sido manoseado por especialistas de todas las ramas del saber humano y su texto ha sido analizado, criticado y comentado escrupulosamente por las más grandes inteligencias literarias, tanto españolas como extranjeras. Ningún escritor español que se precie de serlo, se irá de este mundo sin habernos dejado su opinión escrita sobre la genial obra de Cervantes, y de esta misma fiebre participan muchos escritores no españoles.
Pero con todo, el tema es inagotable. Como dijera Gallardo, «¡es mucho libro éste!» Es cierto que los siglos han ido acumulando multitud de comentarios de todo género y sabias exégesis eruditas. Pero no hay que temer; no se ha dicho todo y nunca se dirá todo mientras haya vida sobre la tierra. La potencialidad de las grandes obras como el Quijote es inexhaustible. Esta misma novela, con el avance de los tiempos, puede ser mejor comprendida, más profundamente vivida. El Quijote no padece –no debe padecer– la rigidez de las estatuas y la inmovilidad de los museos.
Juan Antonio Monroy estructura en este libro el resultado de su copiosa investigación sobre las menciones de la Biblia en el Quijote y la espiritualidad de Miguel de Cervantes en varias partes:
La primera parte compuesta por cuatro capítulos: Los dos primeros dedicados a tratar del conocimiento que Cervantes tenía de la Biblia y de la favorable opinión que le merecía; el tercero es una relación de las Biblias en lengua romance que pudo conocer Cervantes, y en el cuarto se establece un paralelo entre la Biblia y el Quijote. A saber
Capítulo I. CERVANTES Y LA BIBLIA
Capítulo II. OPINIÓN DE CERVANTES SOBRE LA BIBLIA
Capítulo III. LA BIBLIA QUE CONOCIÓ CERVANTES
Capítulo IV. LA BIBLIA Y EL QUIJOTE
La segunda parte rastrea y recopila todas las citas, alusiones, reminiscencias y huellas de la Biblia que hay en el Quijote, incluyendo aquellas frases que por su forma proverbial y estilo netamente sapiencial formaron parte del depósito común, y hasta popular, de conocimientos bíblicos, y que, por lo tanto, no ofrecen particular interés cuando se trata de poner en relieve la figura de Cervantes, y que, por esta misma razón, y por la evidente falta de espacio, no recoge el Padre Antolín en su artículo «El uso de las Sagradas Escrituras en Cervantes».
Por último, una parte histórica, completa esta gran obra escrita por Juan Antonio Monroy.
A todos aquellos que han tenido el privilegio de haber leído las aventuras «del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha» este libros les encantará: les hará entender muchas cosas que les quedaron oscuras y les abrirá nuevos horizontes de interpretación. A los que no las han leído todavía, les será una motivación a leerlas sin falta, algo que no tan sólo elevará de manera incuestionable su nivel cultural, sino que enriquecerá sustancialmente sus conocimientos y dominio del idioma español.
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Specificații
ISBN-13: 9788494495588
ISBN-10: 8494495585
Pagini: 224
Dimensiuni: 137 x 213 x 16 mm
Greutate: 0.23 kg
Editura: CLIE
Colecția CLIE
Locul publicării:Grand Rapids, United States
ISBN-10: 8494495585
Pagini: 224
Dimensiuni: 137 x 213 x 16 mm
Greutate: 0.23 kg
Editura: CLIE
Colecția CLIE
Locul publicării:Grand Rapids, United States
Descriere
Un libro para descubrir qué tienen en común dos grandes obras de la literatura, el Quijote y la Biblia. Y cómo la Biblia influyó en ideas y valores al Quijote.
El Quijote ha sido manoseado por especialistas de todas las ramas del saber humano y su texto ha sido analizado, criticado y comentado escrupulosamente por las más grandes inteligencias literarias, tanto españolas como extranjeras. Ningún escritor español que se precie de serlo, se irá de este mundo sin habernos dejado su opinión escrita sobre la genial obra de Cervantes, y de esta misma fiebre participan muchos escritores no españoles.
Pero con todo, el tema es inagotable. Como dijera Gallardo, «¡es mucho libro éste!» Es cierto que los siglos han ido acumulando multitud de comentarios de todo género y sabias exégesis eruditas. Pero no hay que temer; no se ha dicho todo y nunca se dirá todo mientras haya vida sobre la tierra. La potencialidad de las grandes obras como el Quijote es inexhaustible. Esta misma novela, con el avance de los tiempos, puede ser mejor comprendida, más profundamente vivida. El Quijote no padece –no debe padecer– la rigidez de las estatuas y la inmovilidad de los museos.
Juan Antonio Monroy estructura en este libro el resultado de su copiosa investigación sobre las menciones de la Biblia en el Quijote y la espiritualidad de Miguel de Cervantes en varias partes:
La primera parte compuesta por cuatro capítulos: Los dos primeros dedicados a tratar del conocimiento que Cervantes tenía de la Biblia y de la favorable opinión que le merecía; el tercero es una relación de las Biblias en lengua romance que pudo conocer Cervantes, y en el cuarto se establece un paralelo entre la Biblia y el Quijote. A saber
Capítulo I. CERVANTES Y LA BIBLIA
Capítulo II. OPINIÓN DE CERVANTES SOBRE LA BIBLIA
Capítulo III. LA BIBLIA QUE CONOCIÓ CERVANTES
Capítulo IV. LA BIBLIA Y EL QUIJOTE
La segunda parte rastrea y recopila todas las citas, alusiones, reminiscencias y huellas de la Biblia que hay en el Quijote, incluyendo aquellas frases que por su forma proverbial y estilo netamente sapiencial formaron parte del depósito común, y hasta popular, de conocimientos bíblicos, y que, por lo tanto, no ofrecen particular interés cuando se trata de poner en relieve la figura de Cervantes, y que, por esta misma razón, y por la evidente falta de espacio, no recoge el Padre Antolín en su artículo «El uso de las Sagradas Escrituras en Cervantes».
Por último, una parte histórica, completa esta gran obra escrita por Juan Antonio Monroy.
A todos aquellos que han tenido el privilegio de haber leído las aventuras «del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha» este libros les encantará: les hará entender muchas cosas que les quedaron oscuras y les abrirá nuevos horizontes de interpretación. A los que no las han leído todavía, les será una motivación a leerlas sin falta, algo que no tan sólo elevará de manera incuestionable su nivel cultural, sino que enriquecerá sustancialmente sus conocimientos y dominio del idioma español.
El Quijote ha sido manoseado por especialistas de todas las ramas del saber humano y su texto ha sido analizado, criticado y comentado escrupulosamente por las más grandes inteligencias literarias, tanto españolas como extranjeras. Ningún escritor español que se precie de serlo, se irá de este mundo sin habernos dejado su opinión escrita sobre la genial obra de Cervantes, y de esta misma fiebre participan muchos escritores no españoles.
Pero con todo, el tema es inagotable. Como dijera Gallardo, «¡es mucho libro éste!» Es cierto que los siglos han ido acumulando multitud de comentarios de todo género y sabias exégesis eruditas. Pero no hay que temer; no se ha dicho todo y nunca se dirá todo mientras haya vida sobre la tierra. La potencialidad de las grandes obras como el Quijote es inexhaustible. Esta misma novela, con el avance de los tiempos, puede ser mejor comprendida, más profundamente vivida. El Quijote no padece –no debe padecer– la rigidez de las estatuas y la inmovilidad de los museos.
Juan Antonio Monroy estructura en este libro el resultado de su copiosa investigación sobre las menciones de la Biblia en el Quijote y la espiritualidad de Miguel de Cervantes en varias partes:
La primera parte compuesta por cuatro capítulos: Los dos primeros dedicados a tratar del conocimiento que Cervantes tenía de la Biblia y de la favorable opinión que le merecía; el tercero es una relación de las Biblias en lengua romance que pudo conocer Cervantes, y en el cuarto se establece un paralelo entre la Biblia y el Quijote. A saber
Capítulo I. CERVANTES Y LA BIBLIA
Capítulo II. OPINIÓN DE CERVANTES SOBRE LA BIBLIA
Capítulo III. LA BIBLIA QUE CONOCIÓ CERVANTES
Capítulo IV. LA BIBLIA Y EL QUIJOTE
La segunda parte rastrea y recopila todas las citas, alusiones, reminiscencias y huellas de la Biblia que hay en el Quijote, incluyendo aquellas frases que por su forma proverbial y estilo netamente sapiencial formaron parte del depósito común, y hasta popular, de conocimientos bíblicos, y que, por lo tanto, no ofrecen particular interés cuando se trata de poner en relieve la figura de Cervantes, y que, por esta misma razón, y por la evidente falta de espacio, no recoge el Padre Antolín en su artículo «El uso de las Sagradas Escrituras en Cervantes».
Por último, una parte histórica, completa esta gran obra escrita por Juan Antonio Monroy.
A todos aquellos que han tenido el privilegio de haber leído las aventuras «del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha» este libros les encantará: les hará entender muchas cosas que les quedaron oscuras y les abrirá nuevos horizontes de interpretación. A los que no las han leído todavía, les será una motivación a leerlas sin falta, algo que no tan sólo elevará de manera incuestionable su nivel cultural, sino que enriquecerá sustancialmente sus conocimientos y dominio del idioma español.
Notă biografică
Su obra escrita es básicamente periodística, apologética y de ensayo. Cervantista, erudito, sus obras están cuajadas de referencias a autores seculares y religiosos. Prosista admirable escribe con la elegancia y frescura de uno de los mejores literatos de la lengua castellana. Siempre alerta al fenómeno cultural y religioso, es uno de los estudiosos más agudos del catolicismo actual en su relación al protestantismo. Teísta convencido concede un lugar principal a las pruebas racionales de la existencia de Dios y de las doctrinas cristianas.