El síndrome de burnout se reconoce cada vez más entre los profesionales sanitarios, los residentes, los médicos y las enfermeras que trabajan en la UCI están expuestos a un estrés laboral considerable, y estudios anteriores han identificado altos niveles de síntomas de burnout entre el personal de la UCI. La asistencia sanitaria, como sector, ejerce numerosas presiones sobre los profesionales sanitarios, incluidos los retos del trabajo clínico, las limitaciones de tiempo, las demandas contrapuestas, la falta de control sobre los procesos de trabajo y la programación, y los conflictos de funciones y relaciones con los directivos. El síndrome de burnout es un concepto psicológico que suele utilizarse como respuesta a factores de estrés emocional e interpersonal a largo plazo, normalmente en el contexto laboral. El burnout puede ser el resultado de demasiado trabajo y muy poca recuperación. El impacto clínico del burnout puede ser una disminución del bienestar (insomnio, irritabilidad, problemas de alimentación y problemas depresivos) y un aumento de las bajas por enfermedad entre el personal. Se ha demostrado que un alto grado de agotamiento emocional entre los enfermeros predice un menor rendimiento autoevaluado y una mayor intención de abandonar el trabajo.