La situación geopolítica actual en el mundo se percibe en la República de Bielorrusia como una crisis sistémica de la situación internacional, que está adquiriendo cada vez más un carácter global. Entre los principales desafíos se encuentran: el aumento de la rivalidad y la profundización del déficit de confianza entre los principales actores internacionales y los centros de poder, los conflictos regionales "latentes" y la aparición de nuevos focos de inestabilidad; el agravamiento de las diferencias económicas, las "guerras comerciales", el uso de sanciones y contra-sanciones; la amenaza de colapso del sistema internacional de control de armas y la vuelta a la carrera armamentística; la aparición de amenazas conceptualmente nuevas para la seguridad internacional en el ciberespacio. En este desafiante contexto, la Minsk oficial sigue manteniendo y reforzando su política de garantizar la soberanía y la integridad territorial del Estado bielorruso, llevando a cabo una política exterior multivectorial independiente y equilibrada, desarrollando los procesos de integración en Eurasia, vinculándolos con otras asociaciones y proyectos, reforzando la seguridad regional y global. Al mismo tiempo, la diplomacia económica sigue siendo una de las principales prioridades de la política exterior del país.