La endodoncia mínimamente invasiva representa un enfoque progresivo del tratamiento de conductos, que hace hincapié en la conservación de la estructura natural del diente al tiempo que aborda eficazmente las infecciones internas o los daños pulpares. Este método se basa en la precisión, la tecnología de vanguardia y los conocimientos especializados para lograr resultados óptimos y reducir al mínimo la alteración tanto del diente como de los tejidos circundantes.A diferencia de las endodoncias tradicionales, que a menudo implican la extirpación de una parte sustancial de la estructura del diente para acceder a la pulpa infectada y limpiarla, la endodoncia mínimamente invasiva emplea estrategias que permiten utilizar puntos de acceso más pequeños y herramientas más precisas. Esta técnica reduce el impacto sobre el diente, protege una mayor cantidad de estructura dental sana y, con frecuencia, permite una recuperación más rápida y menos molestias tras la intervención.