La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) pretende estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas en el sistema climático. Esta estabilización requiere un aumento significativo del uso de tecnologías de energías renovables. De hecho, la aplicación generalizada de las tecnologías de energías renovables es la mejor manera de reducir significativamente las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero durante el próximo siglo, satisfaciendo al mismo tiempo parte de la creciente demanda comercial de energía. Como las energías sostenibles son inagotables y producen pocos residuos, su uso parece preferible con el único fin de combatir las molestias ecológicas y la degradación del medio ambiente. Dicho esto, estas energías requieren una protección jurídica para la protección del medio ambiente. Las energías renovables también pueden ser la base y la fuente del desarrollo sostenible al contribuir a la reducción de los gases de efecto invernadero y se consideran una solución a la crisis ecológica y social mundial.