En la comunicación inalámbrica, el ancho de banda y la energía son muy valiosos y sorprendentemente significativos. Cualquier marco debe llenar el número de usuarios que se pueda esperar razonablemente, al tiempo que se guarda una alta calidad de servicio (QoS) para la mejor experiencia del usuario. Del mismo modo, la estación base (BS) tiene la obligación de planificar idealmente sus activos para los usuarios en función de los datos accesibles. En consecuencia, todo el ciclo de planificación es realmente exigente y requiere estimaciones de alta complejidad del marco general. Por consiguiente, la solicitud de técnicas más modernas y potentes es considerable para limitar las dificultades de reserva.