El aloe vera se utiliza para el vigor, el bienestar y con fines medicinales desde la época rigvédica. Los beneficios para la salud del aloe vera incluyen su aplicación en la cicatrización de heridas, el tratamiento de quemaduras, la minimización de daños por mordeduras de heladas, la protección contra los daños cutáneos de los rayos X, el cáncer de pulmón, los problemas intestinales, el aumento de la lipoproteína de alta densidad (HDL), la reducción de la lipoproteína de baja densidad (LDL), la reducción del azúcar en sangre en diabéticos, la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), las alergias y la mejora del sistema inmunológico. La fitoquímica del gel de aloe vera ha revelado la presencia de más de 200 sustancias químicas bioactivas. El gel de aloe vera se extrae de sus hojas y se necesitan técnicas de procesamiento adecuadas para su estabilización, así como para la preparación de los productos finales. El uso de extractos de gel de Aloe vera en alimentos y bebidas saludables, así como en cosméticos hidratantes, se inició en la década de 1970, a partir de EE.UU. y partes de Europa. Históricamente, el Aloe vera se utilizaba por vía tópica para curar heridas y diversas afecciones cutáneas, y por vía oral como laxante. El látex seco de otras especies de Aloe, como el Aloe ferox Miller (Cape aloe o aloe amargo) también se ha utilizado como laxante. Hoy en día, el Aloe vera también se utiliza como remedio popular o tradicional.