Esta investigación examinó los cambios espaciotemporales en el uso y la ocupación del suelo en el valle del Bajo Ouémé como resultado de diversas prácticas. La metodología adoptada permitió recopilar y procesar varios tipos de datos (satelitales, climáticos, demográficos e hidrológicos). Los resultados muestran que, entre 1986 y 2015, predominaron los cultivos y el barbecho, que pasaron del 23% al 32%, mientras que los hábitats y el suelo desnudo aumentaron significativamente, del 15% al 18%. Las praderas pantanosas también han aumentado sustancialmente, representando el 13% de la superficie total. Las masas de agua se han mantenido relativamente estables, en torno al 19%, mientras que las formaciones pantanosas, las plantaciones y las manchas forestales se han deteriorado considerablemente, y sólo representan el 8%, el 7% y el 3%, respectivamente, de la superficie del Bajo Valle del Ouémé, que se ha transformado en otras unidades de uso del suelo. Los factores de degradación de la vegetación se atribuyen al crecimiento demográfico, la presión del pastoreo (trashumancia y otros), las prácticas agrícolas, la tenencia de la tierra, la urbanización y la variabilidad climática.