La motivación es un fenómeno complejo. Varias teorías intentan explicar cómo funciona la motivación. En los círculos de gestión, probablemente las explicaciones más populares de la motivación se basan en las necesidades del individuo. Todas las personas tienen necesidades que desean satisfacer. Algunas son primarias y tienen que ver con los aspectos físicos del comportamiento, mientras que otras se sitúan en niveles secundarios de naturaleza psicológica y se consideran adecuadamente no aprendidas. Estas necesidades varían significativamente de una cultura y de un individuo a otro. Las necesidades secundarias consisten en estados internos, como el deseo de poder, logro y amor. Estas necesidades son responsables de la mayor parte del comportamiento que preocupa a un directivo o supervisor y de las recompensas que una persona busca en una organización. Las necesidades secundarias, por su parte, son psicológicas, lo que significa que se aprenden principalmente a través de la experiencia. Estas necesidades varían significativamente de una cultura y de un individuo a otro y consisten en estados internos, como el deseo de poder, de logro y de amor. Las necesidades secundarias son responsables de la mayor parte del comportamiento que preocupa a un directivo y de las recompensas que una persona busca en una organización.